Me gustaría compartir con vosotros mi valoración sobre varias series y miniseries emitidas este año que está a punto de acabar. Por supuesto, mi opinión es totalmente subjetiva y se basa en los gustos del que suscribe, por lo que no pretendo agradar a todo el mundo. Y eso sí, cuidado con los spoilers, que los habrá. Vayamos por partes:
LO MAGISTRALBREAKING BAD. Decir que esta serie, junto a Mad Men (añorada...), es lo mejor la parrilla es quedarse corto. Esta cuarta y penúltima temporada se podría etiquetar con la palabra "Tensión". Walter White y Jesse, cada uno por su lado. Walter tratando de quitar de enmedio a Gus Fring y llegando, como persona, a oscuras profundidades de su ser. Hará lo que sea para cargarse al propietario de Los Pollos Hermanos.
Jesse, por su parte, saldrá de su particular pozo cuando comienza a ayudar en encarguitos a Mike, el matón de Fring, con el que trabará una curiosa relación.
Mientras tanto, Skyler, la mujer de Walter, demostrará estar a la altura de los problemas que surgen por el camino y cuando tiene que serlo se convierte en una zorra sin escrúpulos.
En fin, Vince Gilligan y su gran equipo de guionistas nos dan una porción más de este noir moderno, al límite en su argumento y sin concesiones. Una maravilla.
BOSS. Parecía que este año no iba a ser una buena cosecha en series nuevas, pero que bien se queda uno al equivocarse. Kelsey Gramer es Thomas Kane, el alcalde de Chicago. Una enfermedad neurológica va a terminar con su vida en pocos años y el se aferra al poder con todo lo que tiene. Y tiene mucho. Es un hijo de puta, frío, corrupto, que no pestañea a la hora de terminar de un plumazo con cualquier persona que lo rodee, sea ayudante o familiar. Da miedo.
Ficción política con muy buen pulso, grandes actuaciones y un tono shakesperiano (el viejo rey al que quieren echar de su trono) muy notable. Un 10 para su creador Farhad Safinia (guionista también de Apocalypto) y Gus Van Sant como productor. Ocho episodios sin desperdicio, donde hay política, crimen, sexo y una historia impresinante.
GAME OF THRONES. Era un caballo ganador, con millones de lectores esperando la plasmación en pantalla de la novela-río de George R.R.Martin y extasiados ante esta gran obra de sword and sorcery. Grandes personajes, violencia, sexo sin tapujos, oscuridad, soluciones imaginativas para ciertas escenas limitadas por el presupuesto (la elipsis de la batalla en la que Tyrion, el personaje favorito de todos, es golpeado es cojonuda). En fin, un género visto desde una óptica adulta que contiene todos los elementos para mantenernos pegados a la pantalla por mucho tiempo. Hay cinco libros que adaptar, así que...
LO BUENOSONS OF ANARCHY. Después del periplo, flojo en algunso momentos, en tierras irlandesas de la anterior temporada, los moteros regresan a la pantalla y lo hacen con una elipsis bastante gorda: Acaban de salir de la cárcel y regresan a Charming. Esta podría ser la más shakesperiana de las entregas, ya que se vuelve al argumento del principio de la serie. La traición de Clay y Gemma, y el posterior asesinato del padre de Jax. Cárteles mexicanos, agentes encubiertos, una acusadoras cartas que desatan una ola de violencia en la que muchos de los miembros desaparecerán, y una imágen final genial: Jax sentado en su "trono", el joven príncipe, junto a su mujer, deberá sujetar por fin las riendas del club. Kurt Sutter, el creador de la serie, ha echado el resto en estos 14 buenísimos episodios.
HOMELAND
Habría que descatar varias cosas de esta nueva serie, pero creo que lo que se lleva la palma es la soberbia interpretación de sus protagonistas: Claire Danes y Damian Lewis. Ella, bipolar, desquiciada en algunos momentos, observadora y genial en otros. Él, amante padre de familia, frío asesino programado por una cédula de Al Quaeda.
Volvemos a la política ficción, pero esta vez dentro de la CIA y compartiremos los temores de la agente Mathison, su mentor Saul Berenson y la familia de Brody. Varios flashbacks nos pondrán en antecedentes de lo ocurrido durante el captiverio del marine y como de una forma trágica es adoctrinado en los pensamientos de los terroristas cuando es testigo y casi víctima de la invasiva forma de actuar de su propio país.
Serie donde no hay buenos y malos, todo toma una tonalidad gris ya que tanto el marine, que daría la vida por su familia como la agente Mathison, que no duda en poner en peligro la vida de una informadora encubierta, no son personajes perfectos, dando una impresión de realismo muy contundente.
THE HOUR
Por fin, una serie británica. Las peripecias en la creación de un nuevo programa se mezclan con una trama de espionaje que envuelve al joven redactor Freddie Lyon. La rebeldía de éste lo hará meterse en más de un follón, sobre todo sabiendo que las altas esferas políticas del país lo observan.
La Guerra Fría, el periodismo de investigación, grandes protagonistas, música de jazz. ¿Qué más se puede pedir? Las series británicas son como un buen traje que se ajusta a la perfección a tu cuerpo, sin descosidos ni hilos sueltos.
MISFITS
Después de la marcha del actor que interpretaba a Nathan, nos asustamos por el gran vacío que dejaría en la serie. Pero la verdad es que la entrada de Joseph Gilgun, que interpreta a Rudy, nos hemos quedado bastante más traquilos: Malhablado, sexista, guarro, cobardica y un largo etcétera lo han hecho un miembro de pleno derecho de este grupo de inadaptados con poderes que la mayoría de las veces no les sirven de nada.
Se acaba de conocer la renovación por una cuarta y última temporada en la que ya no estará tampoco Alysha (Antonia Thomas) debido a lo que le ocurre a su personaje en el último episodio.
Salvaje, irreverente, divertida. Estos son los calificativos que mejor la definen y aunque hemos tenido que esperar hasta el último episodio para retornar al arco argumental principal, lo han sabido rematar muy bien, introduciendo un elemento dramático inesperado.
Howard Overman, su creador, prepara un remake para los USA. Tenía que llegar...
TO BE CONTINUED...