Han tenido que pasar casi diez años para que este Maestro del Terror vuelva a la dirigir para la gran pantalla, si exceptuamos un par de episodios de la serie Masters oh Horror (Cigarette Burn y Pro-Life) no veíamos nada suyo desde la flojilla Fantasmas de Marte y ahora nos propone una historia que sin tener guión propio nos traslada a su terrorífico universo.
Kristen es una fugitiva que quema una casa, la policía la atrapa y es internada en una institución mental. Le toca compartir pabellón con varias chicas, cada una con una personalidad muy marcada y diferente: Emily, arisca y algo metomentodo; Sarah, fría y distante; Iris, una prometedora artista y Zoey, la más infantil de todas, que siempre lleva en sus manos el peluche de un conejo.
Pero algo ocurre en le psiquiátrico, y poco a poco una espiral de terror irá atrapando a Kristen y sus compañeras. Una presencia vengativa las va eliminando una a una y ni siquiera el director de la institución, el doctor Stringer (Jared Harris), las podrá ayudar.
Sólo al final sabremos la verdad de lo que ocurre, que es infinitamente peor de lo que su protagonista pude jamás llegar a imaginar...
Carpenter dirige con la maestría a la que nos tiene acostumbrados y el guión, aunque algo tramposos en ocasiones (ya veréis por qué) da una vuelta de tuerca final que lo saca de la típica historia de fantasmas vengadores.
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