¿Recordáis lo que comentaba hace poco sobre la calidad de un episodio piloto? Pues econ esta serie nos encontramos con una primera entrega que engancha. Creada por Zak Penn y Michael Karnow, nos narra la existencia de un grupo de personas con capacidades neurológicas aumentadas y mejoradas. No son los típicos superhéroes, no les ha caído encima una cuba radiactiva o han sido traspasados por una lluvia de rayos gamma... No, son personas normales, que cuentan con estas habilidades: Gary, un joven con problemas para relacionarse puede ver y navegar a través de las ondas electromagnéticas; Bill Harken, un ex policía, en momentos de tensión o miedo, aumenta su fuerza (ojo, no penséis que es Hulk...); Rachel potencia sus sentidos, lo malo es que la dejan ciega y sorda ante cuakquier tipo de comunicación exterior; Nina es una pija que puede conseguir lo que quiera, tan sólo ha de ordenarlo. Y finalmente, Cameron, empleado de supermercado con una punteria perfecta... Todos ellos están liderados por el Dr. Rosen (David Strathairn, pedazo de actor), un científico que trabaja para el Gobierno. Su contacto es el cínico agente Wilson, que le informa del regreso de un peligroso grupo terrorista formado por Alphas como los miembros de su grupo.
Por supuesto, habrá que esperar a ver el segundo y demás episodios, pero con este primero, dirigido por Jack Bender (Lost) consiguen que te sientas atraido por la trama. La historia comienza del tirón, sin demasiadas explicaciones del pasado (que imagino iremos conociendo en sucesivas entregas) y los personajes, cada uno con sus vidas y problemas, son interesantes.
No es una serie que vaya a cambiar nuestras vidas y ni mucho menos a pasar a la historia de la tele, pero al menos es distraída, que ya es mucho... Espero que nos logre quitar el mal sabor de boca dejado por despropósitos como Héroes, The Cape y No ordinary family.
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