Seth y Jonah son dos hermanos gemelos a los que tratan como freaks en su instituto, pero ellos parecen vivir en otro mundo. Siempre cargando con una cámara de vídeo, preparan un "proyecto" que desconocemos, pero que parece consistir en retratar el miedo en los rostros de sus compañeros.
La película comienza con una de esas típicas fiestas americanas en casa de un estudiante: drogas, bebida... y el típico grupo de matones-guaperas del lugar. Lo que comienza siendo una conversación sobre depilación femenina termina con una ruleta rusa en la que todos se vuelan la cabeza...
El detective Lampkin, un ser atormentado por la muerte de su esposa en un incendio, será el encargado del caso y poco a poco ira internándose en el extraño mundo de estos hermanos que comparten algo más que el mismo rostro. Tiene poderes mentales y manejan las mentes ajenas como si fuera arcilla en sus manos.
La llegada de una nueva alumna al instituto y las pesquisas del detective harán que el círculo se vaya cerrando alrededor de los dos hermanos y se descubra la verdadera realidad, que es mucho más oscura y terrible de lo que pensábamos.
La cinta está dirigida por Antonio Negret, director sudamericano pero con un estilo visual muy personal y apropiado para este tipo de historias, aunque sea un poco repetitivo con las ensoñaciones del policía, un Orlando Jones alejado (por fin!) de las comedias absurdas.
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