Titulada en nuestro país como La violencia del sexo, remake de una película de 1978, también conocida como Day of the Woman. Nos narra la historia de una joven y atractiva escritora que alquila una casa en el campo para poder trabajar con tranquilidad. El lugar está muy alejado del pueblo y allí será donde se tope con primera vez con un grupo de tipos que trabajan en una gasolinera, representantes de lo que se conoce como white trash.
Pasan un par de días y la chica empieza a oir extraños ruidos en el exterior de la casa. De pronto irrumpen los tipos del pueblo, acompañados por un chaval retrasado. Comienza el infierno. La muchacha será humillada, maltratada físicamente y finalmente violada por todos los miembros del grupo y otro habitante del pueblo que se les une (no digo de quién se trata para no desvelar un buen momento de la trama). Cuando le van a dar matarile, la chica se tira a un río y desaparece.
Los paletos son incapaces de encontrar el cuerpo y así pasa el tiempo.
El regreso de la muchacha será bestial, implacable y su venganza, total.
Esta no es una película para estómagos débiles. Si curiosamente, las escenas de la violación no son especialmente fuertes, el director se recrea con las muertes de cada uno de los miembros del grupo. Ya sabemos como son los norteamericanos con respecto al sexo y la violencia.
La protagonista, Sarah Butler, tiene mucho parecido con el personaje de la historia original, producto setentero a más no poder.
Atención a lo que la prota hace con una escopeta, una cuerdecilla y el culo de uno de los violadores...
La única pega que le pongo al argumento es que no vemos como sobrevive la chica, ni la forma en que se repone. Sólo reaparece, vestida, limpia, con buen aspecto y ya está.
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