Charles Burns hace comics raros (Black Hole, Skin Deep, Big Baby...), incómodos, que nos llevan a lugares oscuros. Pero al igual que el director de cine David Lynch, dentro de este universo en apariencia caótico, reconocemos momentos, sensaciones y personajes con los que nos hemos cruzado alguna vez.
Doug es un chico que reposa en la cama después de una "operación". Debido a la medicación tiene sueños, casi pesadillas, en las que se traslada, como si de una oscura Alicia, a un País en el que no hay muchas maravillas... Agresivos hombres lagarto, extrañas construcciones, gigantescos huevos en cuyo interior se pueden encontrar diminutos fetos... En fin, un lugar no demasiado agradable.
Al mismo tiempo, un flashback nos lleva a una época anterior en la vida de Doug y como conoce y se enamora de una chica. Pero no es una situación normal, nunca podría serlo en el mundo de Burns. Y hay Polaroids, sangre, heridas y sombras.
Curiosa mezcla/homenaje a los tbos de Tintín, el universo de Lewis Carrol. Todo ello sazonado por imágenes perturbadoras, de la cosecha del creador.
Un primer album, con un formado muy europeo. Impecable edición de Pantheon Books que estará compuesta por tres libros.
Un viaje que hay que hacer agarrado a la mano del autor, pero no demasiado fuerte, no sea que tengamos que salir corriendo.
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