Si en la anterior, y premiada, película de Kathryn Bigelow, En Tierra Hostil (con la que ésta comparte guionista, Mark Boal), su protagonista (Jeremy Renner) estaba obsesionado-enganchado por la guerra, en ésta nos encontramos con el personaje de Maya, una analista de la CIA que dedica una década a la incesante búsqueda de Osama Bin Laden, la cabeza pensante tras los atentados del 11 S.
Obviamente, el tema no es fácil, y lo que se narra en la cinta tampoco. Me sorprende que las mentes bienpensantes se lleven las manos a la cabeza y creen una controversia a raiz de las escenas de tortura que se narran con todo detalle en el film. No es que defienda esta práctica, pero si la historia narra hechos reales, se ha de ajustar a ésta, aunque no nos guste. Dan, el ejecutor, se toma su trabajo como lo que es y no tiene problema con ello. Sin embargo, en Maya si vamos a ver una gradual transformación. Pese a su fama de dura en Washington, hasta que no sea partícipe de una de las "sesiones" de Dan no veremos como le afecta. Poco a poco se ira sumergiendo en el sistema, empujada en parte por la oleada de atentados que asoló el mundo (entre ellos uno que acabó con la vida de varios compañeros de agencia).
Lo bueno es que Biguelow nos narra la historia desde fuera, con un tono que a veces roza el documental y sobre todo, con poca pasión. No estamos ante una peliculita de Michael Bay, con banderas yanquis a tutiplén. Somos testigos del proceso que llevó a la caza y asesinato de Bin Laden, pero en ningún momento, excepto en la última escena, se pone del lado de ningún personaje.
Por supuesto, nos encontramos ante una cinta no dirigida a estómagos débiles, ya que tiene momentos muy duros (las torturas) y eso sí, cuenta con un reparto de nivel, del que destacaría a su protagonista, Jessica Chastain y a las apariciones de Mark Strong y el gran (en todos los sentidos) James Gandolfini. Me da en la nariz, si nos atenemos a las cualidades cinematográficas del film, que va a ser uno de los multipremiados de esta temporada.
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