Los hermanos Wachowski tienen mucho que demostrar, y es que después del quedo que resultó al trilogía Matrix y esa Speed Racer de infausto recuerdo, nos traen esta adaptación de la novela de David Mitchell. Eso sí, han hecho algo inteligente, compartir la silla del director con Tom Twiker, lo que ha hecho que sus desvaríos disminuyan.
La historia que nos cuentan puede parecer hipercomplicada, pero la narran con tal pulso que en ningún momento nos vamos a sentir perdidos: Una heroína futurista, un compositor gay, un joven enfermo a bordo de un velero, una apasionada periodista que se mete en problemas, un editor al que internan en un geriátrico, un cazador futurista y su relación con una especie superior... ¿Lioso? Para nada. Todas estas historias están conectadas por un sentimiento, el Amor y todas convergen a la perfección. Hay misterio, acción, humor, violencia, sexo... Todo lo que define la existencia del ser humano, y sobre todo la transmisión del pasado a través de narración oral.
Con un elenco perfecto, que se meten dentro de las pieles de variados personajes: Inmenso Tom Hanks, perfecta Halle Berry, genial Jim Broadbent y un recuperado y sorprendente Hugh Grant que va a dejar a muchos con la boca abierta, alejado de esta imagen de galán madurito a la que nos tiene acostumbrado y que ha marcado su carrera.
Una buena película, que pese a su duración y trama no resulta en ningún momento larga e indigesta, más bien todo lo contrario.
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