lunes, 17 de diciembre de 2012

END OF WATCH

Taylor y Zabala (Gyllenhaal y Peña) son una pareja de dicharacheros policías que se toman su trabajo con bastante humor y graban cada movimiento y misión a la que acuden. Por suerte, logran salir bien parados de los embrollos y peligrosas situaciones en las que se ven metidos. En una de ellas se cruzan en el camino de una banda de hispanos que, oh, sorpresa, también graban sus tropelías. La película narra el día a día de los agentes y como sus vidas están eclipsadas por el trabajo. Esta cinta demuestra lo agotada que está al fórmula del found footage, ya que resulta risible que haya cámaras gabando en todos los momentos y lugares por donde sus protagonistas pasan. Y eso sí, se combina con planos, digamos, "normales", rompiendo la regla principal de este subgénero. Lo mejor de la película es que recuerda a las novelas de Joseph Wambaugh, que retrató tan bien la vida de los policías en sus novelas Los nuevos centuriones y El campo de cebollas. Otro punto en contra es la insoportable música rapera que acompaña a los protas todo el tiempo, como si la supuesta "realidad" tuviera una banda sonora. Su director, David Ayer, está especializado en mostrarnos la dura vida en las calles, como ya hizo con el guión de la espléndida Training Day.

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