Mitchell acaba de salir de la cárcel, su vida siempre se ha movido en los bajos fondos londinenses y tal como pisa la calle le está esperando su colega Billy, que ya le tiene preparado un trabajito. Él no quiere volver a caer en los errores del pasado, pero le resulta imposible evitarlo.
Su relación con un viejo vagabundo, al que le guarda un especial cariño y una joven actriz, que vive recluida en su casa serán dos de las piezas clave de esta historia en la que el joven criminal buscará una salida, una puerta que le permita huir de ese oscuro mundo en el que ha vivido. El problema es que Gant, un capo de lo más violento e incontrolable, le tiene echado el ojo y "solicita" su colaboración en los negocios...
William Monahan, reputado guionista de títulos como Infiltrados; El Reino de los Cielos o Al límite, dirige su primera película y para ello elige el gris Londres y el submundo criminal de la ciudad con una narración sutil, que no evita los momentos de violencia, pero tampoco se recrea en ellos y consigue dos muy buenas interpretaciones de Colin Farrell y Keira Knighley, junto a un Ray Winstone que lo borda, como siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario