martes, 16 de marzo de 2010

EL FIN DE LA TRILOGÍA


Anoche vi la tercera, y última parte de la trilogía Millenium: La reina en el castillo de las corrientes de aire. Que me perdonen los millones de lectores de las novelas (que no he leído) pero las pelis no me parecen nada del otro mundo. En primer lugar ya echa para atrás ese tufillo a telefilme teuve que tienen, pero bueno. Si hablamos de la primera nos encontramos con una trama detectivezco/periodística cuyo pilar central es una fotografía en al que no se ve un pijo, pero donde el prota advierte que en la mirada de la chica a la que buscan hay miedo... Cágate lorito. La suerte (y un poco de poca verguenza) hacen que encuentren fotos del desfile y oh, magia, descubren una instantánea del tipo al que la joven mirada despavorida. Si os tragáis esto, que está cogido por los pelos vale, seguid disfrutando de la historia (por decir algo...).
En segundo lugar, ¿porque a la gente le mola tanto el personaje de Lisbeth Salander...? Una enana, canija, gotico/punki, hacker, bisexual... No es la primera vez que se utilizan personajes que reúnen estas características que se salen "de lo común". Sin ir más lejos, en una de esas series que ponen la Sexta, una en al que sale el Marc Hammond (creo que es CIS...) hay una friki informática que viste a lo gótico.
Salander es un personaje que aunque arrastra una historia de abusos, violaciones, etc... no te transmite empatía. En fin, que no te cae bien (al menos a mí es lo que me transmite). Parece medio autista, tiene el encanto de un adoquín y eso sí, siete vidas como un gato.
En la segunda peli se mezcla una trama de trata de blancas con el padre desfigurado de Lisbeth, un superagente ruso... y un medio hermano gigante e invencible. En fin, que se le va la olla un poco al creador de la saga, o al menos a los guinistas de ésta.
Y llegamos al final, la gran venganza de Salander!!! La amenaza en la sombra es una organización de viejunos que uhhh, mandan anónimos por internet y tiran piedras a las ventanas en medio de la noche.
Delirante la entrada de Salander en el juzgado vestida de miembro de Sigue Sigue Sputnik... Y al final pues sí, se venga y ya está, se acabó. El final de la película es lo más anticlimático que he visto en años (no lo desvelaré) o quizá es que así de fríos son los suecos...
No es pa tanto, la verdad...

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