Pero como le ha sucedido a otros realizadores, al redención puede llegar con producciones minúsculas, sin tantos fuegos de artificio y que, con un poco de suerte y atención por parte de púbico adecuado, pueden llegar a transformarse en cult movies.
Es el caso de Odd Thomas, la historia de un chico de pueblo, que vive una idílica historia de amor con su novia Penny. Todo sería perfecto si no fuera porque el chaval ve a los muertos y sobre todo a unos seres de la oscuridad, mensajeros del mal que se acerca al pequeño pueblo...
Adaptando una novela de Dean Koontz y con un reparto en el que sorprende la presencia de Willem Dafoe como el sheriff del lugar, es una película tremendamente entretenida, dirigida con personalidad y que pasa como un suspiro, terminando con un final nada complaciente.
El único defecto que le pondría es que los efectos especiales podrían ser mejores, notándose que no ha contado con un gran presupuesto...
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