Last Resort suena, y mucho, a Marea Roja; Vegas es un mix entre Justified y Boardwalk Empire; Elementary aprovecha el tirón de la británica Sherlock y le cambia el sexo a Watson y Revolution... bueno, mejor ni hablar de ella.
Me temo que la falta de ideas que hasta ahora le achacábamos a los guionistas de cine está llegando a la pequeña pantalla. Reutilizar conceptos antiguos para venderlos como nuevos. Y ese es precisamente el caso de esta nueva serie: 666 Park Avenue. Meted en una coctelera La semilla del diablo y Pactar con el diablo y obtendréis este producto.
La pareja formada por Jane y Henry, dos talentosos profesionales (cada uno en su medio, ella es arquitecto y el trabaja en la oficina de urbanismo del Ayuntamiento) son contratados por el misterioso propietario del edificio Drake, entre cuyos muros se esconden muchas historias, y oscuros pactos.
Terry O´Quinn y Vanessa Williams son el matrimonio Doran, los "malos" de la función. El fallo es que ya en el prólogo del episodio se muestran las cartas de lo que nos podemos encontrar en la serie, carece del suspense necesario. No hace falta ser muy listo para saber qué es lo que pretende Doran, por lo que nos queda va a ser ver a una sucesión de vecinos, cada uno con su propia necesidad de hacer un pacto diabólico, y cómo termina resolviéndose éste (casi siempre de manera dramática para el firmante...)
Está bien realizada, se nota que cuenta con un presupuesto holgado, los actores (algunos)tienen carisma, pero por desgracia, no ofrece nada nuevo. Es una serie más, a la que le falta un toque más terrorífico y algo menos de glamour. Suma y sigue.
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