lunes, 13 de junio de 2011

HANNA


En un solitario paraje helado viven Hanna y su padre, Erik. Ella es una niña rubia, delgada, aparentemente frágil. Pero no os equivoquéis, ha sido entrenada toda su vida para sobrevivir y eso la convierte en una máquina letal.
El problema comienza cuando la niña quiere saber qué hay más allá, conocer otros lugares, otras personas, la vida real. Erik le da la oportunidad de hacerlo, tan sólo ha de pulsar la tecla de un localizador e inmediatamente serán perseguidos por una organización liderada por Marissa, una agente sin escrúpulos que no se detendrá ante nada ni nadie para llegar a la niña.
Curiosa película ésta, donde el director de Expiación cambia de registro y no sé si de una manera consciente ha realizado una cinta que se acerca más a los comics que a otra cosa. Ya que si no, es imposible creérsela.
Personajes extremos, con personalidades histriónicas, como el asesino Isaacs, con sus pantaloncitos de tenis y siempre acompañado por una pareja de skinheads. La propia Marissa, obsesionada hasta el dolor con la higiene bucal. Terminando con la propia protagonista, Hanna, de la que al final sabremos que todas esas capacidades físicas e intelectuales que posee no son futo del entrenamiento, dando la película un giro hacia la ciencia ficción en su último tramo.
Visualmente impactante (las escenas de acción son increíbles, en especial la que enfrenta a Erik a varios agentes en los pasadizos del Metro de Berlin), con una banda sonora compuesta por The Chemical Brothers.
Posee un momento bastante ridículo, por lo tópico, en el que Hanna pasa una noche de música flamenca en Córdoba (si, no miento...)por lo demás, si no se la toma demasiado en serio, resulta una peli bastante entretenida.

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