En el Londres actual, conoceremos al detective Tom Brant, un tipo duro que no se lo piensa dos veces a la hora de golpear si la situación lo requiere. Pese a este "problemilla" de actitud, no es un mal tipo. Todo lo contrario, ayuda a sus compañeros, como a la agente Falls, que tuvo problemas con las drogas.
El problema comienza cuando un asesino comienza a matar agentes de la ley con total impunidad, de hecho, parece no querer esconderse.
La investigación que realiza Brant y su superior, el inspector Nash (Paddy Considine) los lleva hacia el tipo con la ayuda de un drogata que por casualidad lo conoce.
Se iniciará entonces un juego del ratón y el gato, dondo Brant por fin sabrá el porqué de los asesinatos y que él tiene un papel en toda la trama. Película inglesa, que ha pasado un poco desapercibida por el aluvión de estrenos veraniegos. Escrita por el mismo guionista de Moon, reune a tres actores que lo haven realmente bien: Jason Statham, menos action hero que de costumbre y más marrullero; Paddy Considine y Aidan Gillen, actor televisivo de primer nivel (The Wire, Game of Thrones).
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