Y DESPUÉS...

Me resulta imposible ser objetivo cuando pienso o hablo sobre Pasqual, mi amigo. Sí, ya sé que es uno de los dibujantes más importantes de este país y trabaja para la Marvel. Guau! Pero, ¿sabéis qué? Sentiría lo mismo por él si fuera fontanero... Tras veintidos años de amistad nos ha pasado de todo. Hemos reído, llorado, compartido momentos surrealistas, nos hemos alejado para luego acercarnos. En fin, hemos pasado por todas las fases que forjan eso que se llama amistad. Pero cuando lo digo, quiero decir AMISTAD. Mentor, hermano mayor, compañero y mil cosas más hacen que desde este humilde púlpito te dé las gracias no por haber venido a compartir conmigo unas horas maravillosas. Te agradezco el que seas mi amigo, mi otro hermano. Gracias.

También quiero dar las gracias a los aficionados que presenciaron la charla-show que tuvimos. La verdad es que todos los nervios que me han atenazado por semanas se desvanecieron de repente al encontrarme tan cómodo como en el sofá de mi casa. Un abrazo a todos y ojalá nos veamos pronto.

También quiero agradecer la presencia de algunos amigos personales. A Manolo, a Juli, a mi hermano que nos echó un tremendo cable con Eric (el hijo de Pasqual). Doy las gracias a Tali, que ha movidi cielo y tierra para que la información de este evento llegara a todas partes. Y finalmente a otro muy buen amigo, Melchor. Compañero de cafés y excelente dibujante con el que me divierto haciento De tripas... Corassón!

Finalmente quiero remarcar el hecho de que si la Concejalía de Juventud no hubiera apostado por el comic esta actividad no se hubiera celebrado. Gracias a Carmen, la Concejala y a todos los técnicos. En especial a Juan José y a Gaspar.

Y acabo ya. Como reseñé en una entrada anterior, a cada uno lo suyo y aunque se lo remarqué a la periodista que cubrió el evento, habían un par de errores en el artículo del Diario de Cádiz donde se hablaba sobre mí: El más importante es que fue copropietario de la tienda Octubre Comics. Que quede claro. Y eso sí, la tienda no abrió en los años 80... Coño, si no siquiera había hecho al mili. Abrimos en el año 94 y pro desgracia cerramos dos años y medio después.

Ahora necesito dormir, descansar, curarme el catarro que tengo encima y seguir caminando.
Nos vemos.