LA HERENCIA VALDEMAR

Tenía muchas ganas de ver esta película. Por desgracia el género de terror es algo raro de encontrar en nuestra cinematografía. Y si encima el argumento toma cosas del universo de H.P. Lovecraft, mucho mejor.
Después de unos cuidados títulos de crédito hechos por ordenador nos encontramos ante una poderosa inmobiliaria, Inmoberance, donde uno de sus tasadores enviados a la Masión Valdemar a desaparecido o, como creen algunos, se ha fugado con algún artículo valioso encontrado en la casona.
Es por ellos que envían a una chica, la mejor tasadora de la compañía, interpretada por Silvia Abascal. Tal como llega a la casa y comienza a revisar su contenido se encontrará con el cadáver mordisqueado de su compañero. Un ser mostruoso, una especie de zombi, surge de la oscuridad y la ataca...
Pasamos a comocer a un detective (Óscar Jaenada) que contacta con Mr. Maximilian, un tipo que parece haber salido de un comic de Berni Wrightson. Es el dueño de la compañía y le encarga la tarea de encontrar a la tasadora. Ya una vez en un tren compartirá viaje y experiencia con la presidenta de la Fundación Valdemar, que le relatará la historia d elos dueños de la casa y como el horror llegó a sus vidas...
Película bien filmada, tal vez se nota demasiado que está hecha en nuestro país. Y me refiero a que la podría haber firmado Garci, ya que hay pocos movimientos de cámara. Imagino que en la cabeza del creador de la cinta, guionista y director, José Luis Alemán, el argumento quedaría cojonudo, pero a la hora de llevarlo a la pantalla hay momentos que dan más risa que otra cosa: Ese Maximilian anacrónico con la levita, el pelito blanco y el bastón lovecraftiano... ¿de dónde ha salido? Y en el flashback, el personaje de Aleister Crowley... Dios mio, si ni siquiera el actor que lo interpreta se cree lo que habla. Y la escena de la invocación, con Bram Stoker, que pasaba por allí????
En fin, un guión de copa y puro, como yo los llamo. Discutidos con unos amiguetes después de comer queda cojonudo, pero la realidad es otra, amigos...
Lo más loable del asunto es que esta peli no ha recibido ningún tipo de subvención ni ayuda. De hecho, es lo más loable.
Espero impaciente para ver la segunda parte, porque sí, la cosa sigue.