El otro protagonista es Paul Spector (Jamie Dornan), un joven padre de familia y psicólogo. Podíamos decir que tiene una vida perfecta, quiere a su esposa y a sus dos hijos. Pero oculta un terrible secreto, él es el asesino de las jóvenes. Spector es un depredador que sigue a su presa, se introduce en su casa y prepara el escenario del que será su crimen. Su buena forma física hace que se cuele por los huecos más inesperados y tras una fachada de timidez se esconde un obsesivo enfermo que cada vez espacia menos sus crímenes.
Las vidas de la policía y el asesino se nos muestran de una forma paralela, aséptica, sin que se juzgue a ninguno de los dos. Él es un enfermo, un criminal y ella es una persona distante, gélida y que sólo se acerca a los demás cuando lo necesita (como en su fugaz relación sexual con el joven agente Olson).
¿Qué ocurrirá cuando estas dos existencias se crucen? En algún momento el cerco tendrá que estrecharse...
Interesante propuesta, creada y escrita por Allan Cubitt, que posee una larguísima trayectoria como guionista de series y películas.
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