Intentar resucitar esta franquicia ha sido un auténtico salto al vacío. Los niños de hoy en día (salvo contadas excepciones) dificilmente puden conectar con el tipo de humor de estas marionetas, acostumbrados como estan a otro tipo de estímulos, digamos, más frenéticos (léase Bob Esponja, por ejemplo). Por lo tanto, la carta en la manga de la Disney es que el elemento nostálgico funcionara y nosotros, los que ya pasamos la treintena, acudiéramos a las salas para recuperar aquellas divertidas noches de entre semana, cuando el término prime time aún no se había acuñado. Sentados en el sofá, con el pijama puesto, entonábamos la pegadiza canción con la que comenzaba el Show de Los Teleñecos (¡Ya va a empezar la música...) Si eso es lo que pretendían, lo han conseguido totalmente, con un sobresaliente. La productores dejaron en manos del cómico Jason Segel, curtido en la factory Apatow y miembro del casting de la genial Cómo conocí a vuestra madre y que, con la ayuda de Nick Stoller (guionista curtido en varias comedias) han traído de vuelta esa magia perdida de estas marionetas narrando la historia de unos curiosos hermanos, Gary (Segel) y Walter, y Mary (Amy Adams), al novia del primero, conseguirán reunir a los Muppets para recuperar su teatro, ahora casi en las manos de un tiburón de los negocios, el multimillonario Tex Richman (divertidísimo Chris Cooper). Repartidos a lo largo y ancho de los USA, los amigos se irán reencontrando y hasta viajarán a París para recuperar a Miss Peggy.
Sólo se la puede calificar de genial, con varios cameos de actores famosos y una serie de canciones, eso sí, que se hubieran disfrutado más en su idioma original...
No hay comentarios:
Publicar un comentario