Dos mundos contrapuestos, el de Driss, un chico de color que vive en un suburbio y el de Phillipe, un aristócrata inválido van a encontrarse cuando el primero por una casualidad de la vida entre a trabajar como "cuidador" del millonario.
Phillipe lo tiene todo, pero no es feliz. Su condición física lo limita, o eso piensa él. Driss lo sacará de la burbuja dorada en la que vive y saldrán a la calle, a la realidad. A la vez, el joven descubrirá cosas que hasta ahora le estaban vedadas dada su condición social. Ambos saldrán ganando de la relación que mantienen.
Film del año en Francia, donde ha recaudado una ingente cantidad de dinero. Visión desdramatizada de la tetraplejia, con momentos politicamente incorrectos, la mayoría protagonizados por el vital Driss, que se divierte con lo poco que tiene, a ritmo de funky.
Una película que aboga por seguir adelante, no importa cuáles sean los impedimentos que nos pone la vida, las zancadillas que debemos evitar a cada momento. Aunque también habría que plantearse que resulta fácil hacerlo cuando eres un rico hacendado que vive en un palacete, pero el mensaje de la película está claro: Disfruta de la vida, sólo hay una.
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