En un parque de New York, un chaval golpéa a otro con una rama, causándole una herida en el labio y la pérdida de un diente. Este suceso cotidiano hace que los padres de ambos chavales se reunan para discutir los por qués de la agresión. Lo que comienza siendo una conversación civilizada, tal vez demasiado, se va tornando en un enfrentamiento feroz en el que las politicamente correctas máscaras del cuarteto caerán para mostrar sus verdaderos rostros.
Jodie Foster, Kate Winslet, John C. Reilly y Christoph Waltz son los protagonistas, inmensos, de esta adaptación realizada a cuatro manos por el realizador Roman Polanski y al dramaturga y escritora Yashmina Reza.
El sabio director nos ofrece un prólogo y epílogo que resumen a la perfección la inutilidad del enfrentamiento que los padres tienen en el apartamento. Se escupirán en las caras todo lo que llevan dentro de ellos, algunos reaccionarán de una manera más violenta, otros con cinismo, pero en todos se resume esa pose que la mayoría adoptamos en esta nuestra sociedad, que se basa ante todo en las apariencias.
Cuatro actores en estado de gracia, un gran director y un muy buen texto, asequible a todos los públicos, hacen de esta producción una joya más en la filmografía de sus responsables.
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