Desde que los seguidores de esta serie británica nos enteramos de la marcha del actor Robert Sheehan, el inolvidable/detestable Nathan, pilar indiscutible, nos echamos a temblar. ¿Qué sería de la historia sin este personaje con el que tanto nos hemos reído?
Afortunadamente, el creador, Howard Overman ha dado una doble pirueta y nos despide del joven padre en una miniepisodio memorable en la ciudad de Las Vegas. La nueva temporada comienza con sus compañeros de correrías, todos tienen nuevos poderes, la mayoría tan inútiles y problemáticos como en anteriores entregas: Por ejemplo, la malhablada y poligonera Kelly se ha convertido en ingeniera aeroespacial. pero el problema está en que ella continúa siendo al misma, lo que hace que la gente piense que ha robado los planos de los misiles que diseña...
Iremos descubriendo los poderes del resto, mientras pasan las horas en el pub donde trabaja Curtis y será allí donde conozca a Rudy (Joe Gilgun - This is England), el nuevo compañero de desventuras que viene a ocupar el hueco dejado por Nathan. Rudy tiene doble personalidad, quiero decir, que se divide en dos. Estos dos Rudys son muy diferentes: Uno es un salido, bruto, inconsciente (comparte muchas de las características del Misfit ausente) y el otro es un tipo sensible, atormentado, torpe y obsesionado por algo que ocurrió en la escuela con la guapa Alysha.
Continúan las tramas de la anterior temporada, por un lado Simon está descubriendo sus habilidades como héroe enmascarado y no nos olvidemos del misterioso personaje que almancena en su interior poderes y los cambia por dinero u otras habilidades.
Aunque parecían haberse librado por fin de las labores sociales, tendrán que regresar y verse las caras con su monitor, un tipo bastante sádico y poco recomendable. Aunque ya sabemos lo que ocurrió con los anteriores...
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