De las nuevas series para este otoño, ésta quizás sea una de las más interesantes: Al Alcalde de Chicago, Thomas Kane, le es diagnosticada una grave enfermedad neurológica que lo matará en pocos años. A partir de este descubrimiento seremos testigos de los hilos que se mueven en el interior del Consistorio. Respaldado por un sólido equipo que le cubre las espaldas continuamente, conoceremos a su fría esposa Meredith, con la que tiene un matrimonio de total conveniencia para ambos.
Por otra parte, su hija Emma, que no tiene contacto con él, trabaja como enfermera en un pobre consultorio de barrio y tiene algún coqueteo con el mundo de la droga.
Kane (magnífico Kelsey Grammer, que de un plumazo nos demuestra que, como actor, es mucho más que Frasier) ha logrado aunar a todas las etnias que conviven en la ciudad: hispanos, indios, irlandeses. Pero lo ha hecho a base de chanchullos y mano dura, muy dura, ya que nada escapa a su control. Al menos hasta ahora, ya que la enfermedad empieza a revelar síntomas que no escapan, por ejemplo, a Kitty, la eficaz secretaria del alcalde.
En fin, una ficción política, teñida por la corrupción. Creada por Farhad Safinia (Apocalypto) y producida por Gus Van Sant, es una apuesta fuerte de la cadena Starz por las series de calidad.
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