¿Se puede tratar con humor cualquier tema? ¿Hasta los más terribles y espinosos? Pues esta película parece contestar que sí, que no hay nada sagrado para el humor. Y es que estos Cuatro Leones a los que refiere el título son, nada más y nada menos, que un grupo terrorista islámico, pero pasados por el turmix de la inutilidad y convertidos en unos Mr. Beans con barba: Un guardia de seguridad, un tarado (es la única forma de definirlo), un chaval que rapea y un radical con ideas demasiado radicales hasta para el grupo (pretende hacer volar la mezquita...)
La película se mueve a base de sketches, algunos más graciosos que otros. En especial la parte del entrenamiento en Pakistán y lo que ocurre cuando uno de los manazas intenta lanzar un misil contra un drone norteamericano... La historia se va moviendo hacia ese gran atentado que el grupo prepara y que casi por casualidad los llevará hacia una maratón.
Película que funciona a medias, no por el humor, que lo hay y bastante negro. El problema es que al menos tres de los cuatro miembros del comando podrían llevar (llevan) una vida normal, ya que están del todo integrados en la sociedad anglosajona. Entonces no resultan demasiado creíbles. Tan solo Barry, el más mayor y radical retrata lo que puede ser un muhayidin verdadero.
Habrá que verla
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