Esta nueva película de Marvel Studios trata sobre los errores del pasado, como una mentira puede convertirse en esa bola de nieve que avanza, colina abajo y en el futuro aplasta todo lo que hemos conseguido.
Ya conocemos a Tony Stark, puede ser el más encantador de los hombres, pero también el más engreído. Después del "incidente" de New York, su vida ha cambiado y sufre problemas de ansiedad que ni siquiera la relación sentimental que comparte con la resolutiva Pepper Potts puede aliviar.
Para colmo de males, un terrorista global llamado El Mandarín está cumpliendo sus amenaza con resultados dramáticos y en uno de esos arranques de genio, Tony Stark lo reta, vía televisión. Será el comienzo del fin...
Sin entrar en detalles, ni spoilear situaciones (que las hay, y muy interesantes) nos encontramos ante el retrato más fiel y contenido del personaje (en la segunda parte se les fue de las manos y si ha eso sumamos el histrionismo de Downey Jr...) donde se nos muestra ese lado oscuro, débil, inseguro. Y tendrá que pasar por un auténtico calvario para levantar la cabeza y demostrar que él, con o sin armadura, es Iron Man.
Shane Black dirige con muy buen pulso una historia que no aburre en ningún momento y que de principio a fin te mantiene atento. Ésta no es la típica producción "montaña rusa": Hay momentos para la conversación, como el encuentro entre un Stark herido, sin recursos y dado por muerto y un chavalín que le va a salvar el día.
Realmente, no hay demasiadas escenas de Stark dentro del traje (ya entenderéis esto) y muchas que recuerdan a las películas de acción y espías (compartiendo pantalla con su amigo James Rhodes), además de demostrar que Stark entra en un Leroy Merlin y puede acabar con el Mundo...
El malo de la película, Aldrich Killian (Guy Pearce) tiene ese toque megalomaniaco que todo buen villano merece, pero también su lado débil (en el prólogo de la cinta) y Ben Kingsley como El Mandarín está, sin poder entrar en detalles, genial.
Los actores principales están muy bien arropados por secundarios de lujo como Rebecca Hall, que interpreta a un amorío del pasado de Stark y James Badge Hale (Rubicon) como Eric Savin, el letal guardaespaldas de Killian.
Atención al final tras los créditos, como siempre en estas producciones, nos espera una curiosa sorpresa...
¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!
Hace 4 años
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