Me imagino a Will Smith, en una tumbona, tomando el sol junto a su piscina. Escucha rap, claro está. De pronto aparece su hijo Jaden y le dice: !Papa, papa... Quiero hacer una peli. Me aburro!... Y como Will es buen padre y está forrado, produce para su nene (con el que ya salía en a lacrimógena En busca de la felicidad) una nueva versión de aquella peli ochentera que marcó a toda una generación de chavales. ¿Quién no se ha subido a una piedra y ha imitado las poses de Ralph Macchio? ¿Quién no ha dicho alguna vez lo de "Dar cera, pulir cera"...?
En fin, que se coge a un director del montón como Harald Zwart... ¿no os suena? Sí, hombre, dirigió la segunda parte del remake, one more time, de La Pantera Rosa. Se coproduce con China para dar una imagen falsa del país pero que seguro que lleva a algún que otro americanito despistado allí y se coge a una estrella de las artes marciales en horas bajas como Jackie Chan y ta chán (again), ya tenemos peli.
En general va de lo mismo, lo que pasa es que ahora se desarrolla en Pekin. Pos fale. Y el prota es más jovencito. Pos bueno. Le gusta una compañerita virtuosa del violín. Mira qué bien. Y un chinarro bruto le da la del pulpo. Y el sr. Han, que no Miyagui, le enseñará kung fu poniéndose y quitándose una chaqueta... Maravilloso.
En fin, que si un padre quiere demostrarle a un hijo cuánto lo quiere es mejor que le compre una videoconsola que no hacer esta peli que uno ha olvidado a los cinco minutos de verla.
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