Madres que, alucinadas, acompañan a sus jóvenes vástagos y a los que han tenido que coser extraños trajes.
Muchachitas que enseñan carne, cosa que se agradece, pero que aún no conocen el mundo de la depilación muslil o coxil...
Chavalillos con aspecto hermafrodítico, o mejor dicho, asexuado, que evitan el sol que quemaría el maquillaje blanquecino que los cubre.
Gente alergica al Sanex.
En fin, que ya ha llegado el Salón del Manga de Jerez. Después del mal sabor de boca dejado por el Japan Weekend (no fue ni Dios) volvemos a las multitudes, las cancioncillas japos, venerables ancianas que venden bolas de arroz y mucho, mucho merchandising.
Pues ya lo sabéis. Venga, que aún quedan dos días.
Sayonara
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