La nostalgia puede nublar a veces nuestro buen juicio. Un ejemplo claro está en la película original "Clash of the Titans", de la que tenemos un maravilloso recuerdo pero que no dejaba de ser una peliculita en la que sólo había dos cosas sobresalientes: las animaciones de Ray Harrihausen y la presencia de Lawrence Olivier. Lo demás, bueno, sólo tenéis que volver a verla ahora. Creo que me daréis la razón.
Pero la que hoy nos ocupa es el remake perpretado por Louis Leterrier. Y digo esto porque para lo que ha hecho lo podía haber dejado estar. La típica historia que comienza con un Perseo que es un simple pescador, media hora después maneja la espada con maestría (es un semidios, dan como "explicación"...) y un rato más tarde se está enfrentando a unos monstruos mitológicos que pa qué.
Si a esto unimos que el héroe protagonista emprende su aventura con un grupo formado por varios guerreros de Argos, dos hermanos matamonstruos; Io, una buenorra semidiosa y un Djinn (habitante del desierto), con los que recorrerá paisajes volcánicos que recuerdan levemente a la primera parte de una famosa trilogía... Ejem.
La peli cuenta con escenas bien dirigidas, usando la cámara lenta (tal como ya hizo en El Increible Hulk) que estéticamente quedan muy bien. Lo malo es que están combinadas con otras escenas de acción en las que no se ve absolutamente nada (la lucha con las arpías, por citar una). Ojo, esta pelicula no está hecha expresamente en 3D, sino que se ha convertido posteriomente, por lo que este tipo de escenas confusas os pueden causar mareos bastante potentes.
¿Bueno de la película?: Sam Worthintong, que tienen mucha presencia y el diseño de los monstruos. A destacar el del barquero Caronte (muy Berni Wrighson) y el imparable y lovecraftiano Kraken.
En fin, al menos es distraida. Y poco más...
Por cierto, hay un guiño/coña con la peli original. Pero vais a tener que verla, chavales.
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