Nadie duda ya a estas alturas que Angelina Jolie es una persona comprometida, no hay más que verla en sus diferentes visitas a paises pobres del Tercer Mundo u oprimidos por regímenes dictatoriales. Predicando con el ejemplo, es madre de una familia numerosa y tres de sus hijos son adoptados... Si sumamos a esto que es una actriz medianamente aceptable y que ahora ha escrito y dirigido una película tan dura como la que reseño, pues nos encontramos ante una persona con multiples e interesantes facetas.
Los protagonistas de su película son Danijel y Ajla, dos bosnios de diferentes etnias que mantienen una relación antes de la Guerra de Bosnia, él es agente del orden y ella pintora. Un momento festivo y apasionado se verá cortado de raiz por una gran explosión que mata a casi toda las personas que pasaban el rato en una discoteca... Pasa el tiempo y la joven vive escondida en un piso junto a su hermana. Las tropas militares separan a hombres de mujeres, matando a los primeros y utilizando a las segundas como lavanderas, cocineras o meros objetos sexuales. Ajla es trasladada a uno de estos campos y allí volverá a ver a Danijel, que ahora tiene un cargo importante dentro del estamento militar. Él debe guardar las apariencias, pero sigue amándola a escondidas y protegiéndola hasta que su sanguinaria padre le pide que corte la relación.
Él deberá sopesar lo que siente o servir a sus "ideales", mientras ella vive una angustiosa seguridad, como protegida y amante del militar.
Una historia real y por lo tanto, dramática, que retrata una situación al límite, terrible, que ocurrió hace pocos años.
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